20 de marzo de 2014

Golondrina dáurica (Cecropis daurica)


 Golondrina dáurica
(Cecropis daurica)
Especie de procedencia africana y asiática, y de costumbres más agrestes que la golondrina común, se ha expandido con gran éxito por la Península Ibérica a lo largo del siglo XX. Bien asentada en el suroeste peninsular, su expansión hacia el norte y el este aún continúa. Su nido, en forma de iglú invertido y con entrada a modo de túnel, es bastante característico. La presencia de esta golondrina ha facilitado la entrada a otro colonizador africano, el vencejo cafre, que utiliza sus nidos para criar.

Cómo vive

Hábitat
Habita preferentemente áreas cálidas de vegetación mediterránea, tanto bosques y dehesas como matorrales y pastizales. Para nidificar utiliza en mayor medida enclaves naturales rocosos, con buena aceptación de construcciones en el campo, sobre todo puentes, pasos subterráneos de carreteras y edificios rurales abandonados. En las zonas de mayor densidad se aprecia una tímida ocupación de viviendas en pueblos y pequeñas ciudades. Resulta más numerosa en zonas de altitud media, entre 500 y
1.000 metros, pero se han citado nidos incluso a 1.600 metros de altitud.

Alimentación
La dieta se basa en el consumo de moscas, mosquitos, hormigas voladoras, avispas, chinches y pequeños escarabajos. El método de captura consiste en vuelos acrobáticos de persecución, más lentos y más planeados que en la golondrina común. Suele cazar en solitario o en pequeños grupos, a veces asociada a otras especies de hirundínidos.

Desplazamientos
Las aves españolas invernan en África, presuntamente en el oeste del Sahel. Las primeras regresan a nuestro país en febrero, con llegada masiva en marzo y abril. Abandonan los nidos en agosto y septiembre, y se reúnen en pequeños grupos premigratorios. El paso a través del Estrecho ocurre sobre todo en la segunda mitad de
septiembre y la primera de octubre, con citas también en noviembre. Un pequeñísimo número de ejemplares podría invernar de modo irregular.

 Reproducción
El periodo de cría se inicia a mediados de abril y finaliza en septiembre. Normalmente efectúa dos puestas, a veces tres. Nidifica en solitario o en colonias pequeñas de manera dispersa, y es fiel al lugar de cría. El nido, construido por ambos sexos en unos 10-15 días, consiste en una semiesfera de bolas de barro, con un túnel de entrada (dibujo 3). Casi invariablemente se sitúa, adherido en posición horizontal, bajo un techo, alero o extraplomo rocoso. Los nidos son reparados y reutilizados durante varios años. El tamaño de puesta decrece con el tiempo; así, en Extremadura la media es de 4,5 huevos en la primera puesta, 3,8 en la segunda y 3,6 en la tercera. Los huevos, de color crema y con pintas rojizas, son incubados por ambos sexos durante unos 15 días. Los pollos dejan el nido cuando tienen alrededor de 27 días, y como media vuelan 3,5 pollos por nidada.



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