20 de noviembre de 2012

Salvador Dalí llega al Centro Pompidou de París con una gran retrospectiva

Salvador Dalí llega al Centro Pompidou de París con una gran retrospectiva, la primera en más de treinta años en la capital francesa, en la que exhibie, en palabras de los organizadores, toda su "bulimia creativa".


Desde el 21 de noviembre y hasta el 25 de marzo quienes visiten el mayor museo de arte moderno de Francia podrán admirar más de doscientas piezas, entre pinturas, esculturas, dibujos e instalaciones de vídeo, en las que el genio surrealista "aparece integrado en su obra", explicó a Efe la comisaria Montse Aguer.
"Dalí decía que saber mirar es una manera de inventar", recordó la también directora del Centro de Estudios Dalinianos de la Fundación Gala-Salvador Dalí, quien cree que en esta muestra el pintor "provoca" al espectador para que vaya "más allá de la imagen frívola" e indague en su obra.


Una estructura con forma de huevo en la se proyecta un Dalí en posición fetal da la bienvenida al visitante a una retrospectiva que pasea por todos los aspectos de la obra y la vida del pintor de Figueras.
La exposición, organizada conjuntamente entre el Centro Pompidou y el Reina Sofía, ha tardado tres años en materializarse, un tiempo "escaso" para una exhibición de tales dimensiones, señaló Aguer, y esto ha sido posible "gracias al esfuerzo" aportado por el centro francés.
De hecho, se trata de un evento muy esperado en Francia que ha generado otra decena de actos, exposiciones, subastas y eventos paralelos, más allá de los organizados por el Centro Pompidou, desde donde la muestra viajará en abril próximo a Reina Sofía de Madrid..
 
Estructurada en torno a un doble eje cronológico y temático, la muestra ahonda en los inicios del provocador artista en la Residencia de Estudiantes y su relación con la Generación del 27, hasta su aterrizaje en la pintura surrealista de la mano de artistas como Joan Miró, Max Ernst o Yves Tanguy.
Además, a través de múltiples instalaciones audiovisuales, explora su vertiente más mediática, despreciada por los historiadores del arte por considerarla vulgar y autopromocional, y sin embargo imprescindible para comprender su obra.

"Dalí era un gran actor de sí mismo", indicó la comisaria del Centro de Figueras, para señalar que, no obstante, no se puede olvidar que se trató de un artista con profundos conocimientos de Historia del Arte, y que encontró en Velázquez una de sus mayores influencias.
Las referencias al autor de "Las Meninas" son "continuas" en la obra daliniana, según Aguer, que destacó la sección dedicada a la relación entre ambos artistas donde se ve "cómo Dalí busca nuevas perspectivas y formas de plasmar la realidad".
En la muestra, que ha contado con aportaciones de media decena de museos así como de colecciones privadas, puede verse asimismo un cuadro cuyo influjo en el artista de Figueras es poco conocido por el gran público y sin embargo, es fundamental: el "Ángelus" del pintor realista francés Jean-François Millet.
"Dalí estaba obsesionado con este cuadro", aseguró Aguer, explicando que este lienzo es el detonante del famoso método "paranoico-crítico" daliniano, con el que construyó buena parte de su obra.
También presentes en la muestra se encuentran las incursiones del pintor en los campos de la ciencia y la tecnología: Dalí utilizó técnicas como la estereoscopía y la holografía, y por supuesto explotó las posibilidades de los medios de masas, como la televisión y el cine.
Así, junto a obras maestras como "El gran masturbador" o la mítica sala "Mae West", aparece Dalí posando triunfal y burlón ante las cámaras, poniendo de manifiesto que este pionero de la actuación "consideraba el arte como un acto de comunicación global", explicaron los organizadores del evento.
Pero frente la provocación y la polémica como actitud vital, la retrospectiva incide sobre todo en su trabajo como artista pluridisciplinar y se adentra en la obra del hombre que, como concluye Martin, "ejerció su talento en todas las modalidades creativas y logró que nada escapara a su curiosidad".