19 de agosto de 2012

La psicosis de Hitchcock

Curiosidades De Psicosis De Alfred Hitchcock

Muchas veces parodiada pero jamás igualada, la que es considerada obra maestra de Alfred Hitchcock, Psicosis, fue estrenada un 16 de junio de 1960 en los Estados Unidos y pasó a la historia por su inquietante banda sonora, esa famosa escena de la regadera, su estética en blanco y negro, un guión bien estructurado y la inigualable actuación de Anthony Perkins como Norman Bates.


Poca gente sabe que el realizador la financió de su propio bolsillo, llevado por la inquietud de hacer un filme diferente y harto de las cintas de inflado presupuesto controladas por los grandes estudios.

Este ya legendario filme dio lugar a muchas leyendas urbanas y mitos, la mayor parte debido a las excentricidades de su director y su conocida obsesión de siempre sorprender al espectador.



 Top Secret


Alfred Hitchcock fue sumamente cuidadoso a la hora de ocultar el giro de tuerca de la cinta. Tras asegurar los derechos de la novela en la que está basada, compró cuantas copias pudo de la misma para que durante la filmación y estreno casi nadie tuviera forma de conocer el final. Imaginen si se hubiera filmado en esta era de la información, donde imágenes y hasta guiones enteros se filtran día con día. 


Además de esas precauciones, la película se filmaba bajo el más estricto de los secretos. Los actores y demás miembros del equipo juraron no revelar nada acerca del rodaje bajo pena de perder su trabajo. Incluso la parte final del guión fue resguardada personalmente por el cineasta hasta el día de la filmación.


Para crear expectativa, Hitchcock declaró a la prensa que Helen Hayes había sido contratada para interpretar a la madre de Bates. Publicitó el casting para el papel y hasta mandó colocar una silla en el set con el nombre de "Señora Bates".


Mitos en la regadera
 
La icónica escena del asesinato en la ducha es la causa de la mayor parte de las leyendas urbanas que rodean a esta cinta.

La primera es que Janet Leigh sólo hizo algunos acercamientos en la ducha y que las demás tomas la sustituyó una stripper de nombre Marli Renfro, a quien por cierto pagaron la módica cantidad de $500 dólares por su trabajo. Este mito ha sido negado directamente por la misma Leigh quien dijo que en la única parte en la que no quiso decidió aparecer es cuando Norman Bates envuelve el cuerpo desnudo de Marion Crane con la cortina de baño. ¿Ustedes qué creen?

Para los efectos especiales de esta secuencia, hubo mucha improvisación, por ejemplo se usó jarabe de chocolate como sangre falsa (tiene la consistencia y densidad semejante a la de la sangre real y fotografía mejor) y una sandía para crear los sonidos del cuchillo clavándose en la carne de Marion.

Otro mito popular es que para que los gritos de Leigh en la ducha fuera realista, Hitchcock utilizó agua helada sin avisarle a la actriz, cosa que ambos negaron en numerosas ocasiones pero conociendo la tendencia bromista del realizador podría ser cierto. También se rumoraba que al filmar la secuencia, la orden de Hitchcock a Leigh era "Sólo párate ahi y báñate" sin que ella supiera lo que en realidad ocurriría a continuación, obteniendo así una reacción más realista, cosa que tampoco fue cierta.


 
Esta escena también generó confusión en los espectadores y polémica con los censores, pues muchas personas del público decían ver el color de la sangre en pantalla, a pesar de que la cinta fue filmada en blanco y negro. Además, al igual que los censores los espectadores declaraban que habían visto el cuchillo atravesar la carne de Janet Leigh y que se podía ver su pecho desnudo. Nada de esto es cierto. Para lograr la aprobación de los censores Hitchcock tenía que pasar la escena cuadro por cuadro para mostrar que en ninguno aparecía el desnudo frontal ni el cuchillo enterrándose en la protagonista.

Violines y violencia

Originalmente, Hitchcock no quería que la escena del asesinato tuviera una banda sonora en específico. Fue hasta que su compositor de cabecera, Bernard Hermann lo convenció y fue así como nació uno de los scores más representativos del cine de terror. Tiempo después, el mismo Hitchcock declaraba que "33% del efecto de la cinta se debe a la banda sonora".


Como dato curioso, Hermann utilizó solamente un ensamble de violines debido al bajo presupuesto de la cinta, lo cual no permitía tener una orquesta completa a su disposición.

Alfred Hitchcock presenta

Un día el buen Hitch, descontento de los resultados después de varios días de filmación, estuvo a punto de cortar y editar la naciente cinta como un episodio para su serie Alfred Hitchcock presenta. ¿Se imaginan?

Y ya que estamos hablando del famoso programa televisivo, para ahorrar tiempo y dinero durante el rodaje de Psicosis, el Maestro del suspenso utilizó el equipo técnico del show, dando como resultado una producción que costó alrededor de $850.000 dólares y que en 30 días de proyección recaudó más de $40 millones de dólares, un negocio redondo.


La realidad igualó la ficción.

Myra Davis, doble de luces de Janet Leigh en la escena de la regadera, fue asesinada y violada en 1988 por un psicópata que se había obsesionado con la cinta y que la confundió con la protagonista, apuñaládola como en la película.


Otras curiosidades 

-Al estreno de esta película en Estados Unidos, el mayor escándalo que provocó fue que en ella se mostraba algo que no se había enseñado en la pantalla grande hasta ese momento. ¿Un asesinato? ¿Un cadáver putrefacto? ¡Nada de eso! era un baño en funcionamiento (la escena en la que Janet Leigh tira unos pedacitos de papel al W.C.).

-Hitchcock prohibió que se permitiera la entrada de la gente con la película empezada, según él, para evitar que la gente se viera defraudada por no ver a una estrella como Janet Leigh, si llegaban después de la escena de la ducha. Al grado que se hicieron posters especiales con la foto del director dando esta indicación. ¿Qué les parece?

-Ya para finalizar, Hitch recibió una carta donde el padre de una joven se quejaba preocupado que su hija no quería bañarse en tina después de ver Las Diabólicas de Henri-Georges Clouzot y tampoco utilizar la regadera después de ver Psicosis y le pedía alguna solución al problema. Hitchcock le respondió al padre–con su característico sentido del humor–que la enviara a la tintorería.

Como pudieron ver, esta cinta está llena de anécdotas y se ha ganado el lugar de clásico del cine de terror gracias a todos los elementos que la componen. Mi momento favorito además del cameo de Hitchcock y el asesinato en la ducha, es la conversación que sostiene Norman con Marion, en la que le dice que su mamá no se siente bien, uno no sospecharía de un tipo tan amable.


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