7 de septiembre de 2011

¿Por qué olvidamos nuestros sueños?

Todas las personas sueñan. Todas las noches, aunque no lo recordemos, soñamos una media de 100 minutos. Nuestro destino evolutivo es el de ser animales soñadores.

Olvidamos los sueños por nuestro
pasado evolutivo
(Foto: Mediaparker)
Olvidamos los sueños por nuestro pasado evolutivo. Los mamíferos sueñan y luego olvidan, y a nosotros como mamíferos, nos ocurre lo mismo. La realidad es que los animales no tienen ninguna manera de distinguir los sueños de la realidad. Si un gato sueña que al cruzar la calle encontrará un manjar de comida, al despertarse saldrá corriendo a buscar lo soñado y probablemente, en vez de encontrar lo esperado, se tope con más de un peligro.

El recuerdo de los sueños, no es por tanto una ventaja para los animales. Esto podría explicar porqué los sueños, en ocasiones, son tan difíciles de recordar ya que nuestros antepasados o antecesores también han estado un poco protegidos por la evolución de estas peligrosas confusiones.

A pesar de nuestras características cerebrales de mamífero que tienden al olvido de los sueños, nosotros hemos desarrollado nuestro cerebro de tal manera que somos capaces de hablarnos y decirnos unos a otros que simplemente "ha sido un sueño". Recordar los sueños no provoca ningún daño a los humanos precisamente por eso, porque podemos contarnos los unos a los otros las diferencias entre lo vivido y lo soñado.

Debe haber algo muy importante y bueno para que la evolución nos haya permitido recordar nuestros sueños. Investigadores como Hobson y MCCarley demostraron que nuestro pobre recuerdo onírico es consecuencia de un estado de amnesia fisiológica que se debe al cambio repentino de química cerebral que se produce en el momento del despertar. Sólo si despertamos en medio de un sueño REM (fase de movimiento rápido de los ojos) nos resultará más fácil recordar el sueño.

Los neurotransmisores son las sustancias que se transmiten de neurona en neurona en nuestro cerebro. Cuando estamos despiertos y cuando dormimos sin sueños (SOL, Sueño de Ondas Lentas sin ensueños) los neurotransmisores que bañan nuestro cerebro son los de la serotonina y la noradrenalina (adrenérgicos).
Cuando es la acetilcolina el neurotransmisor que se activa, es cuando empezamos a soñar. El cerebro deja de recibir información del exterior y crea sus mundos internos.

Al despertar de un sueño, el cerebro tiene que cambiar de funcionamiento muy rápidamente, y parece ser, que es este cambio tan repentino de química interna (otra vez pasamos de la acetilcolina a los neurotransmisores adrenérgicos) el que provoca esa pérdida de memoria.

Otro posible motivo de amnesia onírica es haber sufrido un trauma psicológico grave. El mecanismo de la amnesia lo que provoca es que se vaya desarrollando una curación del trauma sin que intervenga el consciente. La naturaleza es sabia, y ese "olvido" es una manipulación directa del intelecto. La amnesia permite una recuperación sin forzar el recuerdo. Al final, siempre acabaremos recordando cuando ya estemos preparados. Digerir el trauma es la segunda parte de la curación. Si se afronta el recuerdo y se deja que los sueños aparezcan poco a poco, el contenido traumático irá haciéndose soportable.

Ángeles Álvarez / Actualizado 5 septiembre 2011